El incremento de los costes energéticos y la creciente preocupación por temas ambientales, han concienciado a la sociedad acerca de la necesidad de reducir la demanda energética y adaptarla a las necesidades reales de consumo. Las Empresas de Servicios Energéticos (ESE) son uno de los principales pilares en los que nos podemos apoyar para lograr una disminución efectiva de los consumos y costes energéticos, y han pasado a primera línea de actualidad, sin embargo los usuarios de la energía desconocen en gran medida los servicios ofrecidos por este tipo de empresas, su funcionamiento y las ventajas que pueden aportarles.

Ya la Directiva 2006/32/UE del Parlamento Europeo y del Consejo anunciaba que los Estados Miembros fijarían y se propondrían alcanzar unos objetivos orientativos nacionales de ahorro energético del 9% para 2015 que se conseguirán mediante la prestación de unos servicios energéticos y el establecimiento de unas medidas de mejora de la eficiencia energética. Del mismo modo que estos servicios energéticos, las auditorías energéticas y las medidas de mejora se promoverían desde las Administraciones Públicas.

Conceptos-Básicos-sobre-Empresas-de-Servicios-Energéticos-(ESE)La nueva directiva 2012/27/UE del Parlamento Europeo, que introduce medidas obligatorias para el ahorro de energía en los estados miembros. El texto acordado con el Consejo obliga a renovar un mínimo de edificios públicos e impone auditorías energéticas a las grandes empresas. Además, las compañías de energía también tendrán que presentar planes de ahorro.

En concreto, esta nueva ley europea exigirá a los gobiernos nacionales renovar cada año el 3% de la superficie total de «los edificios con calefacción y/o sistema de refrigeración que tenga en propiedad».

Por otra parte, los países de la UE deberán imponer a las compañías energéticas en su territorio un porcentaje de «ahorro de energía acumulado» mínimo para 2020. Dicho ahorro no podrá ser inferior al 1,5% de las ventas anuales de energía a clientes finales entre 2014 y 2020.

En cuanto a las grandes empresas privadas, la nueva directiva las obligará a someterse cada cuatro años a una auditoría energética operada por expertos acreditados.