Un nuevo estudio realizado por Gonzalo de la Fuente de Val – biólogo y docente en el ISM- busca conocer la opinión y preferencias de la ciudadanía sobre los modelos de naturalización urbana.
A día de hoy, cerca del 55% de la población mundial vive en ciudades. Cifra que, previsiblemente, se duplique de aquí a 2050. Y, sin embargo, encontrar espacios verdes urbanos de calidad sigue siendo una ardua tarea.
Las ciudades se han convertido en lugares desnaturalizados donde es difícil encontrar Espacios Verdes Urbanos Públicos (en adelante EVUPs) de cierta de calidad y conectados.
Problemas como la baja calidad del aire, el efecto «isla de calor» o el aumento de inundaciones y de otros fenómenos extremos, ha derivado en un creciente interés por naturalizar los núcleos urbanos. Gran parte de esta estrategia pasa por las llamadas «soluciones basadas en la naturaleza» o SbN. La Comisión Europea define estas medidas como «aquellas inspiradas y respaldadas por la naturaleza, que son rentables, proporcionan simultáneamente beneficios ambientales, sociales y económicos, además de ayudar a crear resiliencia».
Una de las claves para el éxito en la puesta en marcha de estas soluciones es la gobernanza. Término que Nature4Cities definía como el mecanismo y acción colectiva diseñados para la implementación de SbN, siendo clave la participación conjunta de los grupos de interés como entidades estatales y la ciudadanía para que compartan una visión común y se comprometan con una gestión continuada de los SbN. Por lo que la conclusión de Gonzalo de la Fuente, fue que, parte de la solución en el camino de integrar la naturaleza en las ciudades, era conocer cómo los gestores, vecinos, ciudadanos en general, valoran y aprecian modelos de naturalización.
Modelos de naturalización escogidos por los ciudadanos
Este estudio se basa en la opinión de 57 técnicos municipales y 358 ciudadanos de América Latina.
Preferencias paisajísticas
Tras analizar las respuestas de los ciudadanos y técnicos consultados para el estudio, se aprecia una preferencia significativa y unánime por los parques públicos más naturalizados. Es decir, con un predominio de praderas y/o arboledas. Son menos valorados los parques donde predominan líneas rectas y pavimentos.
Sobre el arbolado urbano, los resultados muestran que ambos grupos de encuestados – técnicos y ciudadanos – prefieren significativamente árboles urbanos con alcorques cubiertos de vegetación espontánea.
Entender las preferencias de los habitantes en la planificación de los espacios urbanos permitirá crear ciudades más empáticas. Es una oportunidad para que los ciudadanos puedan sentirse parte de una comunidad, así como escuchados e identificados. Mejorando así el entendimiento entre instituciones, profesionales y ciudadanía.
Bibliografía